Escrito por Luis Nolla.

San Luis, MO. A principios del 2019 los Blues de San Luis eran el peor equipo de la NHL. Ahora acaban de ganarle a los Jets de Winnipeg 3-2 en el sexto juego para avanzar a la segunda ronda de la postemporada del Stanley Cup.

 La trayectoria de este equipo es única. Al principio de la temporada este resultado era esperado. Cuando la organización adquirió a David Perron, Ryan O’Reilly y a Patrick Maroon el verano pasado, puso a los Blues como uno de los favoritos para ganar el Stanley Cup. En los primeros tres meses de la temporada los Blues tenían una marca de 15-18-4 poniendo el equipo como el peor equipo de toda la liga. El equipo llegó a su punto más bajo de la temporada cuando despidieron al dirigente Mike Yeo el 19 de noviembre después de una derrota en casa contra los Kings de Los Ángeles. Craig Berube fue nombrado el dirigente interino esa noche y desde ese punto todo cambio. Berube impuso un plan de juego más físico y enfocado en mejorar la defensa del equipo. Durante ese tiempo el equipo vio cambios importantes. Unos de esos cambios fue poner a Brayden Schenn, Ryan O’Reilly y Vladimir Tarasenko en la primera. Ese cambio hizo que el equipo tuviera una primera línea que produjo más oportunidades en la ofensiva. Pero el cambio más importante fue en poner a Jordan Binnington como portero principal. En sus primeros 15 juegos como portero inicial Binnington gano 13 juegos y 11 de ellos fueron corridos.

Los Blues terminaron la temporada con una marca de 30-10-5, ubicándose en tercera posición en la división central con una marca final de 45-28-9.

Con la eliminación de los Tampa Bay Lightning, Pittsburgh Penguins y los Calgary Flames, el camino para los Blues para ser el campeón de la NHL es menos difícil que lo esperado al principio de la postemporada.